Sesenta seconales para morir
Carmen Juncos [email protected] | Miércoles 29 abril, 2009
Sesenta seconales para morir
Carmen Juncos
[email protected]
Andrés Caicedo se suicidó a los 25 años. Escritor y cinéfilo colombiano, no resistió la sociedad en la cual le tocó vivir. El escritor, cinéfilo y cineasta chileno Alberto Fuguet, encontró tantas cartas y anotaciones inéditas de Caicedo que decidió hacer una “dirección y montaje” que dio como resultado este libro. En él, Caicedo narra su insoportable angustia existencial, que quizá quede bastante sintetizada en una frase dicha por él y consignada en el libro: “…ante la enfermedad que supone el estado de cosas, la persona rebelde (pero pobre de inventiva) no da con otro camino para expresar su asco que la corrupción. Entonces es otra cara de la misma moneda, lista a pasar de mano en mano, en la venta y el permute”.
Mi cuerpo es una celda
Norma
2293-1333
En librerías en próximos días
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Andrés Caicedo se suicidó a los 25 años. Escritor y cinéfilo colombiano, no resistió la sociedad en la cual le tocó vivir. El escritor, cinéfilo y cineasta chileno Alberto Fuguet, encontró tantas cartas y anotaciones inéditas de Caicedo que decidió hacer una “dirección y montaje” que dio como resultado este libro. En él, Caicedo narra su insoportable angustia existencial, que quizá quede bastante sintetizada en una frase dicha por él y consignada en el libro: “…ante la enfermedad que supone el estado de cosas, la persona rebelde (pero pobre de inventiva) no da con otro camino para expresar su asco que la corrupción. Entonces es otra cara de la misma moneda, lista a pasar de mano en mano, en la venta y el permute”.
Mi cuerpo es una celda
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