Sistema de Banca de Desarrollo: De un débil plan piloto a un robusto proyecto específico para los emprendedores de Costa Rica
Kirk Salazar [email protected] | Miércoles 19 octubre, 2022
Para ser puntual, el miércoles 29 de setiembre del 2021 en un medio digital me referi a los problemas con Banca de Desarrollo. Un año después seguimos durmiendo en los sueños de los justos, donde continuamos esperando que el sistema de banca de desarrollo realmente venga a contribuir en el crecimiento del parque empresarial, con este crecimiento a la reactivación económica y la generación de empleo que hoy más que nunca nuestro país lo necesita.
Fundado en 2008 a través de la Ley No. 8634, el Sistema de Banca para el Desarrollo se creó inicialmente con el objetivo de financiar e impulsar proyectos productivos, y 14 años después seguimos viendo un plan piloto donde apenas el 2% del crédito total del sistema financiero está en los bancos y operadoras. Cuando hago referencia que estamos en un plan piloto es porque SBD tiene un gran reto por delante y es pasar de esta etapa y dar un gran paso adelante con un programa en específico en materia de emprendimiento e innovación para que los emprendedores y pymes de este país puedan escalar y dar pasos muy importantes en su crecimiento empresarial como lo vemos en otros países como Israel, Panamá en Ciudad del Saber, Chile o Colombia con sus proyectos de Startup.
Las colocaciones del SBD, según el informe de la Comisión Evaluadora (página 15), alcanzó a 463.000 millones de colones al final del 2020, lo cual solo representa el 2% de crédito otorgado por el Sistema Financiero Internacional (SFN). No obstante conviene resaltar que del total colocado por el SBD, solo el 1.64% se ha dirigido a nuevos emprendimientos.
Por ello no resulta extraño que la propia Comisión Evaluadora (página 26, recomendación No. 10) puntualice que el SBD debe priorizar sus esfuerzos para pasar de los planes piloto y proyectos específicos a un verdadero plan de apoyo al emprendimiento y la innovación.
Actualmente existe un archipiélago de instituciones donde todos tienen buena voluntad de ayudar a los emprendedores, pero los recursos son muy escasos y muy dispersos, generalmente enfocados a planes piloto, cada uno con su tramitología donde para algunos son los grandes dolores de cabeza del emprendedor o para muchos la burocracia de este país. En este caso el INA por ejemplo, se destina un 15% de su presupuesto ordinario y extraordinario para atender a los usuarios de los fondos del SBD, esto para mencionar algunas de las instituciones. No obstante ello, la Comisión Evaluadora (Recomendación 21) puntualiza que el SBD debe profundizar las gestiones para la plena incorporación del INA.
Para finalizar quiero hacer un llamado donde es urgente pasar de los planes piloto a un proyecto robusto para los emprendedores que les de la mano para contribuir al crecimiento económico, la inclusión financiera, la reducción de la pobreza y la transformación productiva en Costa Rica, por medio de un Sistema de Banca de Desarrollo moderno, eficiente, ético y solidario.