“Solo cuatro años”
“Solo cuatro años”
El 2014 llega con nuevos retos y oportunidades, pero impregnado de la desconfianza de los costarricenses ante la clase política. Algunos, desde lo desconocido, generan pluralidad de pensamientos alimentando la incertidumbre y con ello el abstencionismo, con un discurso que poco los distingue, pero motivados por el derroche de dinero que implica el financiamiento de su nueva aventura, mientras que para otros no es algo más que otra estación de cosecha para perpetuar sus empresas.
Con las cifras fiscales (base devengada) de diciembre 2008, la situación del gobierno central era superavitaria con un resultado primario y financiero positivo (¢369,7 miles de millones, ¢29,7 miles de millones en su orden). Panorama que inició en deterioro, al punto que el déficit financiero acumuló en octubre 2013 ¢1,03 millones de millones, equivalentes al 37% de los ingresos corrientes totales que genera la mitad de las empresas que no gozan de los privilegios de la Zona Franca. Todo indica que continuará creciendo como sucedió con Portugal, Grecia y España, llevándolos a la recesión que apenas superan, y tiene en riesgo nuevamente la calificación grado de inversión de los Estados Unidos. Para los virtuosos economistas de dichas naciones es una estrategia más; para sus pueblos, su mayor desgracia.
Indicado lo anterior y confrontado con las ponencias de los candidatos, la infraestructura pública, el sostenimiento del gasto público corriente para sustentar el empleo y el rescate de instituciones estratégicas, se acompañan de propuestas orientadas a estimular al sector productivo privado y el uso de los recursos financieros de los trabajadores y pensionados del país.
Algo prometedor se espera de esta campaña y es que existe una alta posibilidad de que la Asamblea goce de la presencia de figuras con alta estirpe política. Ello aún cuando se tiene el riesgo de que llegue alguien que decida dejar de lado su deber ante los costarricenses y evidencie sus verdaderas prioridades.
La capacidad, actitud y esfuerzo final de estos futuros padres de la patria podrían dejar de lado el miedo que embarga a los trabajadores de este país y que se manifiesta en los niveles actuales de abstencionismo, de quedarse sin pensiones o que con sus recursos faciliten nuevos intentos de fraude del erario público costarricense. O bien, poner en riesgo la empresa privada con ponencias que la limiten o pongan en peligro su supervivencia, y por tanto, la producción, el empleo y mejor distribución de la riqueza que tanto se pregona en los debates.
Múltiples han sido las decepciones brindadas por la clase política en las últimas cuatro legislaturas, que igual han apagado la llama de ilustres líderes a lo interno de sus partidos. Más aún cuando dicha realidad los ha llevado a buscar trincheras alternas para seguir vigentes y hacer perdurar sus ponencias; todos tienen la responsabilidad de brindarle al país soluciones en cuanto a prioridad, necesidad y urgencia. Y para ello, deben de tener presente cotidianamente que tienen solo cuatro años para lograrlo.
Geovanni Sandí Delgado
Director de Análisis y Riesgos
Grupo Financiero Acobo
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