21 inocentes han muerto de manera colateral por guerra narco
Carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación de México, disputan rutas de trasiego de drogas y territorio costarricense
Esteban Arrieta [email protected] | Viernes 13 octubre, 2023 07:39 a. m.
A finales de febrero, Samuel Arroyo, de ocho años, se encontraba en su casa durmiendo en Zapote. Era la madrugada y una bala perdida, producto de la guerra narco del lugar, acabó con su vida.
Al igual que otras 20 personas inocentes, Samuel es parte de una fría estadística que denota un problema más grande de lo que se ve a simple vista.
Y es que la aseveración de que los narcos se están matando entre ellos no se puede considerar como cierta.
Otro caso similar fue el de Clisman Bravo Martínez, quien tenía 25 años y murió en medio de una balacera que se produjo en San Rafael de Siquirres, Limón a finales de abril. En este caso, el joven había salido de su casa de habitación para comprar comida para sus mascotas, cuando quedó en medio de una rencilla entre bandas criminales.
En lo que llevamos del año el @oij_Organismo ha contabilizado 704 homicidios y la proyección es llegar a 900 al finalizar el año. Al menos 21 personas han fallecido sin ser partícipes de la guerra narco y por tanto se les considera daño "colateral" #homicidios @La_Republica pic.twitter.com/TX2i11pcb6
— Esteban Arrieta (@estarrar) October 13, 2023
"El homicidio tiene un gran foco en San José, Puntarenas y Limón. En este último caso se concentra en el centro, Guápiles y Batán. La mayoría de las víctimas de homicidios son jóvenes entre 18 y 29 años, además, cada vez tenemos más menores de edad que fallecen. Para el miércoles, de los cinco homicidios que tuvimos, una persona de 17 años, una niña de 15 años y otros dos de 15 años. La niña fue una víctima inocente o colateral", dijo Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Lea más: Limón tiene una tasa de homicidios mayor a México y se ubica en top 3 de lugares peligrosos
Hasta el jueves, las autoridades reportaban 704 asesinatos, de los cuales, 39 fueron asesinatos dobles, seis eventos fueron triples y dos matanzas fueron cuádruples.
Otro elemento que destacó el investigador es la violencia con la que están actuando los narcotraficantes.
"Estando vivos les sacan los ojos, les cortan el pene, la lengua, las orejas, en un claro acto de tortura. Son situaciones que se han visto en otros países y ya se están viendo en Costa Rica", dijo Zúñiga.
Los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación de México, en alianza con narcos colombianos, disputan las rutas de trasiego de drogas y el territorio costarricense, según el informe Reporte Global de Cocaína que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas a finales de marzo.
Como consecuencia, la violencia que se vive en México y Colombia también se traslada hacia Costa Rica y otros países latinoamericanos.
Y es que las bandas no trabajan de manera conjunta para llevar su droga hacia los Estados Unidos y Europa principalmente, sino que libran una guerra entre sí y contra los narcotraficantes locales para apoderarse del trasiego.
"El aumento en la violencia en Centroamérica ha sido impulsado principalmente por la competencia con los narcotraficantes locales y entre diversas bandas (...) A instancias de la colaboración México-colombiana, individuos ligados al cartel de Sinaloa están utilizando sus habilidades de administración para penetrar en el territorio de Costa Rica junto a los colombianos. Se cree además que asesinos mexicanos estén detrás de la ola de violencia en Costa Rica, donde traficantes locales han sido asesinados para ser reemplazados por miembros de grupos colombianos-mexicanos", indica el informe de la ONU.
A tres meses de que termine el año, la provincia de Limón ya registra una tasa de homicidios de 35,3 por cada 100 mil habitantes.