Cafta: una pieza clave para crecer
Wilmer Murillo [email protected] | Jueves 01 enero, 2009
Wilmer Murillo
Se suele decir que el ambiente de negocios que dominará con la entrada en vigor del Cafta, a partir de hoy, se encargará de desplazar a los sectores menos calificados y competitivos.
En este grupo se ubicaría principalmente, a decir de algunos panegiristas, los habitantes rurales, productores agrícolas, artesanales y otras actividades de pequeña escala que subsisten gracias a la protección estatal.
Debemos estar claros, sin embargo, en que la brecha social no es producto de los tratados de libre comercio; es producto de toda la dinámica mundial del siglo XX, donde los menos capacitados y productivos se han visto rezagados y empobrecidos.
Como sea, el tema es motivo de controversia. Hay sectores que sostienen que las condiciones productivas que serán generadas por el tratado de libre comercio con los Estados Unidos podrían ampliar la brecha social a lo interno de los países.
Para algunos sectores, un eventual tratado con Estados Unidos aumentará además la exclusión de amplios sectores sociales y terminaría por desarticular la empresa regional.
Creemos, sin embargo, que el Cafta es una pieza clave para lograr el crecimiento económico.
A pesar de la crisis internacional las posibilidades que se abren para Centroamérica con un tratado de libre comercio con Estados Unidos son amplias.
Es en primer término un acuerdo y no una concesión unilateral como la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, puesta en vigencia en 1982.
Costa Rica es ciertamente uno de los países mejor preparados para aprovechar las ventajas del Cafta, porque ha logrado mayor estabilidad económica y diversificación de sus exportaciones.
La cifra que Estados Unidos exporta a Centroamérica equivale al comercio combinado con Rusia, Indonesia y la India, ambiente propicio para incrementar las ventas de pequeñas y medianas empresas de esa nación a la región.
El volumen de intercambio se convierte en uno de los principales argumentos para destacar el valor dinamizador del Cafta, aunque la región solo cuente con 40 millones de habitantes.
El asunto envuelve otras cuestiones no menos importantes. El incremento de la producción de Costa Rica en 2009 apenas superaría el 3% pero para incrementar esta cifra se necesitan reformas estructurales de vital importancia.
Es de esperar que las reformas económicas aparejadas al Cafta permitan ver cambios importantes para darle viabilidad financiera y de desarrollo al país, aprovechando un crecimiento moderado, pero crecimiento al fin de la economía, menor inflación y una reducción del déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
A pesar de que la inflación ha cedido, la política económica, no ha sido adecuada para frenarla y reducirla a niveles internacionales.
Para la administración Arias, los próximos meses son cruciales para la política económica. Hay que consolidar logros, modificar los factores que no funcionan adecuadamente y redoblar esfuerzos para corregir las vulnerabilidades. Es tiempo para la acción, antes de que los periodos comiencen a estrecharse, lo mismo que el propio ciclo político del país.
La economía tiene vulnerabilidades que deben ser enfrentadas con reformas estructurales, y en ese sentido el Cafta, debería estar llamado a jugar un papel clave.
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