Cuidado: ¡Nos acecha el comunismo!
Claudia Barrionuevo [email protected] | Lunes 04 noviembre, 2013

Nunca voto pensando en mí, lo hago tomando en cuenta el bienestar colectivo. Siempre lo he hecho y espero seguir haciéndolo. Sin miedo. Mis gatas están a salvo
Cuidado: ¡Nos acecha el comunismo!
Puede que muchos de ustedes no lo crean. Es posible que no se hayan dado cuenta. Tal vez porque en su ingenuidad (como me pasaría a mí, si me advierten de una invasión de zombies) no se han dado cuenta del peligro que nos acosa.
En las redes sociales las advertencias abundan: ¡Nos acecha el comunismo! ¿Y quién representa esta tendencia satánica? Nada más y nada menos que José María Villalta. ¡Ese joven da miedo! ¿O no? Bueno, a mí en realidad el que siempre me ha asustado es Otto Guevara. Aunque después de leer lo que tanta gente “sabia” dice del joven del Frente Amplio, he empezado a dudar.
Y es que yo me acuerdo que cuando en mi adolescencia empecé a militar en el Partido Vanguardia Popular, una queridísima señora que trabajaba en mi casa le preguntó a mi mamá: “¿Claudia es comunista? ¿Esos no son los que se comen a los chiquitos?” Mi madre le explicó las diferencias entre los caníbales y la ideología.
Como ya no tengo niñas pequeñas no debería caer en la propaganda terrorífica que en mi primera adolescencia enarbolaba el Movimiento Costa Rica Libre. Nadie se va a comer a mis hijas. Pero, ¿y si los comunistas se almorzaran a mis gatas? ¡Sufriría muchísimo! Aunque no, ni siquiera creo en el mito urbano que dice que los chinos se comen a los gatos. Aunque, pensándolo bien, ¡los chinos son comunistas! Bueno, no todos. ¿Los chinos comunistas se comerían a mis gatas? No puede ser.
Ahora bien, tomando en cuenta que China tiene estrechas relaciones con Johnny Araya (gracias a las cuales nos “regalaron” un Estadio y nos impusieron un barrio) el peligro comunista debe residir en el Partido Liberación Nacional y su candidato. ¡Ah, pero no! Yo no lo veo a Johnny comiéndose a mis gatas.
Entonces conciudadanos, ¡ayúdenme! Es que después de la renuncia del doctor las encuestas se desordenaron y las fuerzas políticas se dispararon para todos lados.
A partir de ese momento, lo que más me ha sorprendido, ha sido el miedo al “comunismo”. De repente personas, aparentemente inteligentes, pensantes e intelectuales, han entrado en pánico por la posibilidad de que Villalta llegue a la presidencia.
Incluso, con actitud mesiánica, se han aterrorizado de un regreso al gobierno de alguien similar a Rodrigo Carazo, que en paz descanse y que de mi admiración goce.
A mí me asusta la miseria. Me da pánico que la Caja Costarricense de Seguro Social desaparezca. Me aterroriza que las diferencias sociales sean cada vez más abismales. Me da miedo que el narcotráfico se haya adueñado de nuestro país con lavado de dólares y asesinos a sueldo. Sufro por las madres adolescentes, por los que no se gradúan de bachillerato, por tantos que no consiguen empleo.
No temo, nunca he tenido aprensión de perder mis relativos privilegios. Por eso no desconfío de los que abogan por los demás. Al contrario: se lo agradezco y los apoyo.
Nunca voto pensando en mí, lo hago tomando en cuenta el bienestar colectivo. Siempre lo he hecho y espero seguir haciéndolo. Sin miedo. Mis gatas están a salvo.
Claudia Barrionuevo
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