Debemos aprender a denunciar

Re – Soluciones
Debemos aprender a denunciar

En Costa Rica es terrible ser considerado un “sapo”: los buenos estudiantes son estigmatizados como “verdes”; nos confabulamos para zafarnos de la autoridad, ya sea haciéndonos luces en la carretera para avisarnos que hay tráficos; para ver si el ingreso recibido va a ser deducido del impuesto sobre la renta por el pagador; o para comprar un bien o servicio “sin factura”.
Los vivos son los que se zafaron de la obligación y no los que estudiaron mucho. Las palabras “vivo”, “vivillo” y “vivazo” tienen todas significados distintos para nosotros; explicárselos a un hispanoparlante no costarricense, si bien no es tarea imposible, es difícil e incómoda al punto de que, al hacerlo, con seguridad se nos escaparía una sonrisa involuntaria o un sonrojo cómplice.
Escribo esto como acto de contrición con propósito de enmienda y con la convicción de que estamos a tiempo de arreglar la situación de manera definitiva y efectiva.
Tengo la convicción de que aquí radica nuestro problema fundamental y que de aquí debe salir la solución trascendental. Todo comienza por tener una cultura donde denunciar no sea pecado, sino lo apropiado; donde las denuncias sean bien recibidas y tramitadas no solo con celeridad, sino con discreción; donde sobresalir no sea mal visto, sino admirado; y donde, finalmente, después de seguir un debido proceso, seamos plenamente responsables de nuestras decisiones y conductas, además de las consecuencias de ambas.

Pedro Muñoz
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