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Desafíos y oportunidades de la transición verde y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe

Redacción La República [email protected] | Jueves 12 octubre, 2023


José Pablo Montoya

Coordinador de la Comisión de Energía

Cámara de Industrias de Costa Rica

En el contexto de las metas necesarias de descarbonización del Acuerdo de París, con las que nuestro país se comprometió, nos encontramos ante un mundo que, lejos de reducir su huella de carbono, continúa aumentándola. Por ello, para lograr una transición verde efectiva hacia el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe, es esencial la colaboración y la acción coordinada de todos los actores del ecosistema: el Estado, los gobiernos locales, la academia, el sector empresarial y la sociedad civil. Solo a través de esta articulación podremos alcanzar el objetivo compartido de un desarrollo sostenible y reducir los efectos del cambio climático que ya están presentes en nuestra realidad.

Según Enerdata, el consumo de energía con base fósil alcanzó niveles históricos en 2021 y 2022, con un aumento del 5,1% y 1,7%, respectivamente, totalizando 11,8 Gtep (Giga toneladas equivalentes de petróleo). A fines de 2022, las emisiones de CO2 superaron los niveles de 2019, llegando a 28,3 GtCO2. Por su parte, a pesar de las estimaciones positivas sobre el crecimiento de las energías renovables, el World Energy Council (WEC) pronostica un aumento del gas natural, el combustible fósil más limpio, que podría convertirse en la principal fuente de energía en 2040, supliendo dos tercios de la demanda total con fuentes fósiles. Es decir, estamos lejos de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

El Rol del Sector Empresarial

La transición hacia una economía verde requiere acción inmediata, y el sector empresarial desempeña un papel clave como consumidor, inversor e impulsor de la innovación.

Como gran consumidor, el sector empresarial afecta directamente tanto la demanda de energía como el PIB. En América Latina, la industria representa el 29% del consumo final de energía. Trasladar consumos fósiles a fuentes renovables contribuirá al proceso de descarbonización y a la reducción de emisiones. Las prácticas y nuevas tecnologías en pro de la eficiencia energética también contribuirán a este fin, representando una ecuación ganar – ganar: menores costos de producción para el sector privado y menor costo para los suplidores de energía, por un uso óptimo de sus sistemas.

Como inversor, el sector empresarial debe liderar la descarbonización del consumo de energía. En Costa Rica, el 67,9% del consumo final de energía, proviene de combustibles fósiles. Por ello, la inversión privada en energía renovable es crucial para diversificar y adaptar los sistemas energéticos, fomentando la innovación en la obtención energética y promoviendo prácticas sostenibles.

Por ejemplo, la generación distribuida, equipos para aprovechamiento del calor (geotermia de baja entalpía o bombas de calor), almacenamiento de energía, etc, son alternativas tecnológicas que permiten la diversificación y adaptación de los sistemas energéticos.

Desafíos y Oportunidades

El sector empresarial debe transformar su gestión de la energía, pasando de ser consumidores a "prosumidores" capaces de producir su propia energía renovable. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas enfrentan desafíos tecnológicos debido a la falta de automatización y la escasa adopción de la industria 4.0.

De hecho, la adopción de tecnologías verdes se ve obstaculizada por la falta de financiamiento y conocimiento sobre opciones de financiamiento verde. La región también carece de una planificación eficaz para la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en industrias, siendo esencial un mayor acercamiento entre la academia y el sector privado para cerrar brechas en I+D.

Sostenibilidad como Estrategia Empresarial

Es fundamental sensibilizar a la alta dirección sobre la necesidad de invertir en sostenibilidad como un componente integral de la estrategia empresarial. La incorporación de factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo no solo impulsa la rentabilidad financiera, sino que también fortalece la resiliencia y la sostenibilidad a largo plazo de las industrias.

La transición verde en América Latina y el Caribe depende de la acción inmediata y coordinada de todos los actores, con un enfoque especial en el papel crucial que desempeña el sector empresarial. La inversión en tecnologías verdes, la adopción de prácticas verdes y la sensibilización sobre la importancia de la sostenibilidad en la estrategia empresarial son clave para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrece la transición hacia el desarrollo económico sostenible.

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