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Farid Ayales Esna… su huella indeleble. In Memorian

Vladimir de la Cruz [email protected] | Miércoles 26 marzo, 2025


Vladimir de la Cruz

Historiador

Conocí a Farid hace ya bastante años, a finales de la década de 1960 e inicios de la de 1970, cuando estábamos en la Facultad de Derecho, de la Universidad de Costa Rica.

Lo conocí como permaneció invariable en su vida, jovial, jocoso, amistoso, noble, siempre sonriente, nada rencoroso, afable, bastante sociable, sobre todo de buen y refinando trato, haciendo que en su relación laboral como suprior jerárquico, o personal, predominara siempre lo positivo, buscando la unidad de acción en la diversidad de opinión, procurando soluciones concretas, reales, posibles, exagerando a veces su guanacastequidad, y su liberianismo, su pampa, su Guanacaste, su Liberia., sus acompañantes permanentes como su sombras,

Siempre lo vi como una persona muy vinculada a su familia, a sus hermanos y hermana, y a sus históricas raíces libanesas. Su familia era su centro vital. En mi caso particular, compartimos hijos en el colegio en Costa Rica, y en la Universidad en Estados Unidos, lo que estrechó nuestra amistad.

Compartimos inquietudes políticas, desde distintas tiendas partidarias pero siempre con gran respeto y cariño personal.

Graduado de Abogado marchó a Italia donde hizo su Doctorado en Derecho, especializándose en Derecho Laboral o del Trabajo, campo en el que llegó a destacar como académico y como funcionario público en su condición de Ministro de Trabajo.

Su vida académica y su experiencia en Italia lo sensibilizaron en el campo laboral. La vida universitaria en Costa Rica, en los días de la Facultad de Derecho, lo politizó y su experiencia en Italia le amplió sus horizontes y compromisos políticos, y le enriqueció su cultura general.

Su vida, desde sus años universitarios fue siempre intensa, apasionada por las banderas y compromisos que adquiría, que enarbolaba y defendía.

Le gustaba comer bien, lo que le llevó a desarrollar su proyecto gastronómico en el Restaurante Balbeck, al norte de Heredia, con comida libanesa. Le gustaba igualmente invitar a comer asados hechos y muy bien atendidos por él.

Recién regresado de Italia se encontró una Costa Rica agitada académicamente. El gobierno de José Figueres Ferrer impulsaba, a inicios de la década de 1970, una gran revolución en la educación superior nacional, cuando en 1973 impulsó la creación de la Universidad Nacional, en Heredia, a la que siguieron luego el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en Cartago y la Universidad Estatal a Distancia, proyectada en todo el país.

La Comisión Ad Hoc que creó la Universidad Nacional estuvo integrada por el padre Benjamín Núñez Vargas, por Uladislao Gámez, por Francisco Morales Hernández, entre otros.

La Universidad Nacional, bajo el concepto de Universidad Necesaria, revolucionó con nuevas carreras y nuevos conceptos de admisión, incluso permitiendo, en casos especiales el ingreso de adultos sin el bachillerato colegial, tomando en cuenta su experiencia vital. Entre las unidades académicas nuevas estaba el Instituto de Estudios del Trabajo, IESTRA, la Escuela de Relaciones Internacionales, la Escuela de Planificación Social y la de Veterinaria, entre otras. En el IESTRA se dieron casos de esas matrículas especiales, que resultaron exitosas profesional y académicamente en sus resultados con dirigentes sindicales que allí se matricularon.

Dirigida la Universidad Nacional por el padre Benjamín Núñez Vargas, el Instituto de Estudios del Trabajo, IESTRA, se puso bajo la dirección de Farid Ayales Esna, por varios, años, quien también dirigió la Escuela de Relaciones Internacionales.

Al asumir la Direccion del IESTRA me invitó a formar parte del profesorado del IESTRA, cuestión que por razones políticas no le gustó al Rector Núñez Vargas, quien intentó despedirme, junto a Alberto Salom, que también se había integrado al IESTRA. Farid asumió la defensa de sus profesores y allí permanecimos trabajando. En mi caso fortaleciendo mi amistad con él y valorando su integridad profesional, académica y política.

Del Instituto de Estudios del Trabajo pasó a dirigir la Escuela de Relaciones Internacionales de la UNA. En esta Unidad Académica impulso la defensa y fortalecimiento del Estatuto de Neutralidad Permanente para Costa Rica y las Propuestas de Paz que había planteado el Presidente Luis Alberto Monge, con motivo de su Proclama de Neutralidad, en el contexto de la guerra que agitaba a Nicaragua y a Centroamérica.

De la Universidad se lo llevaron a Relaciones Exteriores, donde le pusieron a cargo, en el gobierno de Oscar Arias Sánchez, de la Embajada de Costa Rica en Nicaragua, en un período complejo y difícil en Nicaragua, como en Centroamérica, que supo atender con gran inteligencia, cuando se estaban firmando los acuerdos que le pusieron fin a la guerra en Centroamérica, donde jugó un papel importante en las negociaciones en las que le tocó participar, mérito que se lo reconocieron al Presidente Oscar Arias cuando le otorgaron el Premio Nobel de la Paz, en 1987, y al propio Farid cuando en Nicaragua también le dieron una distinción del más alto nivel protocolario y nacional.

Luego fue llevado al Ministerio de Trabajo, donde se desempeñó como Ministro en el gobierno de José María Figueres Olsen.

En su vida académica universitaria, en su tiempo de Director del Instituto de Estudios del Trabajo, se llevó a cabo una verdadera revolución institucional haciendo del Instituto una Unidad Académica al servicio de la capacitación de dirigentes de organizaciones sociales, de sindicatos y cooperativas.

Me atrevo afirmar que una gran parte de la dirigencia nacional sindical de esas décadas, de 1970 y 1980, se formó universitariamente en el IESTRA.

A los cursos de formación universitaria se agregaron los cursos intensivos a los sindicatos en todo el territorio nacional los fines de semana. Solo con el Sindicato de Educadores Costarricenses, SEC, que fue muy favorecido en la capacitación de sus dirigentes, se hacían alrededor de 50 actividades de capacitación anuales en diferentes regiones del país. Así como el SEC, las principales centrales sindicales del país y los más importantes sindicatos nacionales fueron atendidos por el IESTRA.

En su período ministerial el movimiento sindical se fortaleció, entrando en una grave crisis a partir de 1991, cuando se desintegró el Sistema Mundial Socialista, cuyas repercusiones al acabar con la Guerra Fría, debilitaron a las organizaciones sindicales que pertenecían y a los partidos políticos que se reflejaban en esa Guerra Fría, debilitándolas y haciendo surgir otras dirigencias sindicales, más apolitizadas y mediatizadas por las nuevas políticas económicas y militaristas internacionales que surgieron en el diseño actual de las relaciones políticas mundiales.

Así se proyectaba la Universidad Nacional, en la época de Farid Ayales, en el movimiento sindical urbano y rural del país, que durante esos años se fortaleció en su dirigencia sindical y en sus capacidades organizativas y de sus luchas.

La atención universitaria al movimiento sindical fue a todos los sindicatos no importaba quien los dirigiera, si dirigentes comunistas o de izquierda, si socialdemócratas o socialcristianos, o sindicatos sin adherencia a partidos políticos.

Con el IESTRA se partieron o quebraron estereotipos, que contribuyeron a fortalecer la institucionalidad democrática nacional, haciendo que la política social y sindical se uniera en la academia.

Más tarde, como Ministro impulsó, lo que había conocido embrionariamente en Italia, que fue el beneficio económico, que hoy disfrutan todos los trabajadores, que conocemos como salario escolar, un salario completo, que se da al inicio del ciclo lectivo, para que las familias se ayuden en los gastos de inicio de las escuelas y colegios. Así se incrementaba el poder de compra de los salarios. Inició con un ahorro mensual del 2% hasta que se creó como ajuste adicional o sobresueldo a los trabajadores del sector público, que se extendió en 1999 al sector privado.

Como ministro también impulsó una tarjeta especial de trabajo para cubrir mejor a los trabajadores migrantes, especialmente a los nicaragüenses, que laboraban en las áreas agrícolas, como otra medida, junto al salario escolar, que tendía a fortalecer las condiciones sociales y de bienestar de los trabajadores.

En su Ministerio no se impulsaron políticas de flexibilización laboral, como ya se estaban dando en otros países de América Latina. Bajo su Ministerio se impulsaron las Leyes de “Fomento de la lactancia materna”, la “Ley contra el Hostigamiento Sexual en el empleo y la docencia”, definiéndose el acoso sexual y sus manifestaciones, como las obligaciones y responsabilidades del empleador en estas situaciones. También se dio la Ley “Igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad”, y se establecieron días feriados, y traslado de algunos al días al lunes con posibilidad para los practicantes de religiones distintas a la católica de solicitar como días libres, los de celebración propias de sus creencias. También se adicionaron como feriados obligatorios el 11de abril y el 15de agosto. Igualmente se prohibió la compensación de vacaciones.

Bajo su Ministerio no hubo acusaciones sindicales ante la OIT de que en Costa Rica se violaran derechos sindicales. Al finalizar su ministerio trató de satisfacer las necesidades de los empleadores y mejorar las condiciones de empleo para los trabajadores. Tambén fortaleció las relaciones con el Ministerio de Ganaderia en el Programa de Gobierno, de “Combate contra la pobreza”, buscando la generación de empleo.

Cuando se le diagnosticó su mal, su cáncer, estuve más cerca de él por mi esposa, en ese momento, que contribuyó, junto con el excelente grupo de médicos que siempre le atendió, a prolongarle exitosamente la vida. En este sentido, Farid tuvo un excelente grupo profesional, científico de médicos, del más alto nivel científico médico, que le atendían, que tuvieron en sus manos a Farid que, a su vez, fue un excelente paciente, que rigurosamente atendía y cumplía lo que se le pedía.

Su vida fue una integración de la vida académica universitaria, como docente o profesor y como Director de Unidades Académicas, con la vida diplomática, como Embajador, con la vida política partidaria, como militante activo del Partido Liberación Nacional, con la vida política pública como Ministro de Trabajo.

Farid Ayales sabía combinar y disfrutar su vida personal y familiar, de esposo, padre y abuelo, así como su vida social, que le permitió cultivar una inmensa cantidad de fieles amigos. Si algo había en Farid era su lealtad con sus amigos, el gusto y placer para reunirlos en sus cumpleaños y cuando así lo demandaba.

Lo tuve como un gran amigo, en las buenas y en las malas que le tocó vivir. Solo en estos momentos se pone a prueba la amistad. Los que así vivimos la amistad con Farid nunca lo vamos a olvidar. Permanecerá siempre con nosotros en el recuerdo de sus amenas conversaciones, en los sueños compartidos, en la cotidianidad de nuestros recuerdos y en saber que Farid era una buena persona. En la Historia Nacional nos deja su huella indeleble.

(Intervención leída en la ceremonia religiosa del sepelio de Farid Ayales Esna, el 24 de marzo del 2025, en la Parroquia Inmaculada Concepción de la Unión)


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