Flor de esta tierra bendita
Candilejas [email protected] | Viernes 25 enero, 2019
Los indios precolombinos de nuestra tierra ya la apreciaban. Las mujeres gustaban adornarse la cabeza con sus grandes flores moradas.
Pero aún no era nuestra flor nacional. Fue en el gobierno de León Cortés Castro, (1936 – 1940) que el ingeniero agrónomo Alberto V. Oitavén, decidió fundar el Jardín de la Paz en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina, y solicitó que la flor nacional de Costa Rica figurara en ese jardín.
Frente a esta situación, el Club Rotario y el Garden Club realizaron un concurso para elegir la flor nacional en el que participaron la Escuela Nacional de Agricultura, la Escuela Normal, la Dirección del Museo Nacional y algunos colegios de segunda enseñanza.
La flor debía ser completamente costarricense, originaria de América, que creciera con facilidad en todo el país y que estuviera presente en costumbres y leyendas de nuestra Patria.
Eligieron a la Guaria Morada el 15 de junio de 1939, y desde entonces nos representa como flor nacional, al igual que la Ceiba representa a Uruguay y Argentina, el Copihue a Chile, la Dalia a México, la Kantuta a Perú o la Flor del espíritu Santo a Panamá, entre otras de la América Latina.
Nuestra guaria, especie de orquídea nativa de las selvas húmedas de Centroamérica, de verdad debe estar muy unida al alma nacional porque logró generar hondas emociones en algunos artistas, como es el caso de Anibal Reni, que compuso la hermosísima letra de una canción dedicada a esta flor y que luego comenzó a escucharse con la música e interpretación de Los Talolingas (Roberto Gutiérrez y Carlos López).
“Sobre la tapia entejada,
sus pétalos suaves agita,
la linda Guaria Morada,
flor de esta tierra bendita”
Los abuelos cultivaban la guaria morada en los muros de los patios internos y los techos de muchas casas antiguas, en los jardines o solares de sus casas, pero era clásico verlas en la parte externa, en las tapias de adobe o bahareque, sobre tejas de barro.
“Se encuentra como un lucero,
colgadita en la enramada,
cuando en lo oscuro el jilguero,
va entregando su tonada”.
Muchas tradiciones se entrelazan con la fe cristiana de la mayoría del pueblo costarricense. En el caso de la Guaria Morada, con la imagen del Jesús de Nazaret vestida con un ropón morado.
“Florecita lindo paje,
florecita nazarena,
el luto de tu ropaje
es el mismo de mi pena”.
Febrero ha sido siempre el mes en que comienzan a florecer las guarias y a vestir con su hermosura la estación seca que llamamos verano.
“El jazmín siempre blanquea
y sangran las amapolas,
sólo en febrero tumbea
el amor de tus corolas”
Podemos encontrar nuestra flor nacional en todo el territorio costarricense.
“Florecita veranera,
de la pampa y de la loma,
como tu soy pasajera,
como tu no tengo aroma”.
Los movimientos arquitectónicos y el progreso cambiaron luego aquellas casas de adobe o bahareque, con sus tapias llenas de guarias, por otro tipo de edificaciones y con ello cambió también la agradable costumbre de los abuelos.
Pero la guaria quedó fuertemente prendida en el corazón costarricense.
“Sobre la tapia entejada,
en la roca y el raudal,
campea la Guaria Morada,
la linda flor nacional.
Ella es emblema y es gala,
Que embellece y glorifica,
Como un celaje hecho ala
Que protege a Costa Rica”.
Carmen Juncos Biasutto
Editora jefa y Directora de proyectos