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Gitanos y romaníes

Claudia Barrionuevo [email protected] | Lunes 13 abril, 2015


La tolerancia y la negociación deberían también estar globalizadas. No es justificable de ninguna manera que existan guetos en Europa
 


Gitanos y romaníes

Si no se hubiera muerto tan joven, mi amigo y hermano Dionisio Echeverría habría cumplido 74 años el 8 de abril.
Su pasado, antes de llegar a Chile, era bastante misterioso: se había criado con su abuela en Arizcun, un pequeñísimo pueblo del Valle del Baztán en Pamplona. En ese valle vivía un grupo social (no étnico) minoritario, ya desaparecido: los agotes. Otro día les cuento sobre este grupo vasco marginado.
Pensé en Dioni por su cumpleaños y descubrí que el 8 de abril (desde 1971) se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano, un grupo étnico y social.
Los gitanos se llaman originalmente romaníes, y no porque en Rumania su población supere el millón de personas. No. El grupo étnico se llama rom, roma o romaní, tienen su propia lengua (el romaní, de origen indoeuropeo) y proviene del sur de la India.
No se sabe por qué emigraron a Europa en el siglo X, pero creyendo que eran de Egipto, fueron nombrados egiptanos.
¿Eran nómades culturalmente o fueron rechazados en cada lugar donde quisieron echar raíces y por eso tuvieron que migrar? Los historiadores  no lo saben con certeza. Y el pueblo romaní no ha escrito su propia historia, que tiene muchos pasajes tristes.
Los gitanos fueron esclavizados “legalmente” hasta mediados del siglo XIX; en España, en distintas épocas, han sido expulsados, encarcelados y exterminados; a inicios del siglo pasado en Suecia las mujeres eran obligadas a abortar, las esterilizaban y les quitaban los niños para educarlos occidentalmente;  el nazismo asesinó a 250 mil; y hace solo cinco años un centenar de gitanos rumanos y búlgaros fueron expulsados de Francia.
En Vidin, una ciudad de Bulgaria, los romaníes viven detrás de un muro kilométrico de concreto con una única salida por el cementerio. La municipalidad alega “razones de seguridad” para separar las casas de la vía del tren y evitar que los niños tengan accidentes. La realidad es que Vidin tiene un gueto de gitanos.
Y aunque también la ciudad de Baia Mare en Bulgaria tiene su gueto, Eslovaquia tiene muros en 13 ciudades.
Los romaníes no tienen ni quieren tener un territorio. Y sin embargo son un etnia tan fuerte culturalmente que han mantenido su idioma, sus celebraciones, sus costumbres, su vestimenta durante siglos, independientemente del lugar que habiten. No se integran, no se mezclan, no se asimilan. Los expertos llaman a esta actitud “resistencia étnica”.
Sin embargo han logrado también lo contrario: los gitanos españoles, que son más de medio millón, han permeado hasta tal punto la cultura de ese país que se les considera propios. 
Obviamente no es fácil censarlos, pero se estima que hay 12 millones de gitanos en el mundo.  La mayoría vive en Europa pero en América hay grandes concentraciones en Brasil, Argentina y Chile.
Es comprensible que un grupo tan diferente cause molestia en algunos países que pretenden la globalización de todo. La tolerancia y la negociación deberían también estar globalizadas. No es justificable de ninguna manera que existan guetos en Europa.

Claudia Barrionuevo
[email protected]
  

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