La tierra necesita regeneración
Candilejas [email protected] | Viernes 31 mayo, 2019
“En 10 o 15 años, la humanidad comenzará a perecer…pero podemos cambiar este trágico destino, a través del desarrollo regenerativo”, asegura Eduard Müller, rector de la Universidad para la Cooperación Internacional, conocida como UCI.
En este sentido, Costa Rica sería el primer “Centro de Operaciones” a nivel global para un desarrollo regenerativo territorial, comunal, humano, cultural.
El desarrollo regenerativo toma cada vez más auge en debates internacionales sobre desarrollo y sostenibilidad.
Se trata de una alternativa para revertir el impacto de acciones humanas a los límites planetarios, causados por el uso de pesticidas, de combustibles fósiles y la tala de bosques entre otros.
Es un desarrollo basado en un crecimiento inclusivo desde iniciativas locales, que apoyan la regeneración de la biodiversidad.
Sobre este tema, Müller asegura que no es el cambio climático el culpable de la pérdida del 80% de la biodiversidad, sino los químicos utilizados en la agricultura, especialmente el nitrógeno y el fósforo, que no solo destruyen la salud humana, sino la vida de los suelos y el agua.
En este sentido, el pasado mes de junio, algunos de los líderes más destacados en regeneración a nivel nacional e internacional se reunieron tres días en Rancho Margot, un eco lodge sostenible y autosuficiente en la Biosfera Agua y Paz, en San Carlos, zona norte de Costa Rica.
El evento fue posible gracias al apoyo financiero del Sri Ramanuja Mission Trust (SRMT) en India y Fundación CRUSA.
El factor común: todos son pensadores sobre sistemas de desarrollo económicos alternativos, como Christian Felber, autor de “La Economía del Bien Común” y Hunter Lovins fundadora de Natural Capitalism Solutions.
El objetivo de la reunión era establecer una estrategia para iniciar la implementación del concepto de Desarrollo Regenerativo a través de proyectos pilotos en áreas geográficas donde existen las condiciones ideales y el capital humano para liderar el proceso.
Una de las razones para escoger a Costa Rica en esta iniciativa global es la preexistencia de los Consejos Territoriales de Desarrollo Rural, constituidos por ley y apoyados por el Instituto de Desarrollo Rural.
Este modelo de desarrollo, de un crecimiento inclusivo y que respeta la biodiversidad, permite una economía en la que la riqueza generada sea distribuida justamente entre los agentes de la misma, las personas.
Un ejemplo: la zona de Osa en nuestro país, es de las más protegidas ambientalmente.
Para evitar los “depravadores del bosque”, asegura Juan Murillo, vocero de “Crusa”, crearon corredores ecológicos y turísticos, como los “Caminos de Osa”, visitados por casi mil turistas, dejando en solo seis meses, $14.5 millones, y cientos de empleos nuevos, protegiendo y comprometiendo a las comunidades a cuidar y vivir del bosque.
Esto proyecta internacionalidad a posibles productos autóctonos y a la comunidad en el mercado mundial.
Eduard Müller, manifiesta que el principal problema del deterioro de la biodiversidad se puede regenerar con diferentes programas que llevan a cabo en conjunto con entidades internacionales, debido a que el “Gobierno de Costa Rica, este año no hace parte de las iniciativas”, asegura.
Sin embargo, cuentan con $18 millones para continuar con regeneración cultural, agrícola, económica y sobretodo del suelo.
Dan oportunidad a decenas de personas emprendedoras para fijar carbono en el suelo, con acompañamiento, y así, al cabo de tres años, éste sea cultivable sin necesidad de químicos.
Es el primer paso para recuperar y regenerar la biodiversidad y con ello salvar la vida en el planeta.
Hemos creído que para salvar nuestro mundo antes de medianoche estamos a “cinco minutos para las doce, cuando en realidad ya son las 12:05”, acota Müller.
Carmen Juncos Biasutto y Ricardo Sossa Ortiz
Cofundadores, Editores jefes y Directores de proyecto