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Las Brujas de la Noche

Marilyn Batista Márquez [email protected] | Martes 31 octubre, 2023


Hoy 31 de octubre, día en que se celebra la Noche de Brujas, quiero recordar a un grupo de extraordinarias mujeres que fueron llamadas “Las Brujas de la Noche”, pero no se desplazaban en escobas ni tenían sombreros de copa puntiaguda y ala ancha, sino que volaban en aviones biplano Polikarpov Po-2, con “bomber”, el gorro ruso de piloto aviador.

Se trata del regimiento soviético de Aviación de Bombarderos Nocturnos, el escuadrón 588, integrado únicamente por mujeres, activo desde 1942 durante la Segunda Guerra Mundial.

Esta unidad de bombardeo fue creada por una “bruja suprema”, la coronel Marina Raskova. Ella ejerció presión en Stalin para la emisión, el 8 de octubre de 1941, de la orden que permitió desplegar tres unidades aéreas femeninas, con el regimiento 588, formado completamente por mujeres voluntarias, la mayoría menores de veinte años de edad. La líder de este regimiento fue otra bruja, la mayor Yevdokía Bershánskaya.

La batalla del regimiento 588 se caracterizó por los combates aéreos entre la Fuerza Aérea Soviética y la Luftwaffe, que era la fuerza aérea integrante de la Wehrmacht de Alemania en la época nazi, cuyo objetivo era apoyar las acciones bélicas de Hitler a través de Europa.

Cabe destacar que el avión utilizado para realizar las misiones -fabricado originalmente para fumigar- podían llevar solamente dos bombas, dos pasajeras y carecía de paracaídas, debido a sus limitaciones en peso, pero las pilotos demostraron tener una habilidad excepcional para manejarlos.

Fueron Las Brujas de la Noche, las que el 8 de febrero de 1943 -bajo el nuevo nombre de Regimiento de Bombarderos Nocturnos de la Guardia- lograron detener la ofensiva alemana con duros combates e importantes bajas, en la denominada Batalla del cruce del Kubán, lo que le concedió al grupo el nombre honorífico de “Taman”, por su destacada actuación durante los combates aéreos en la península de Tamán, que fue ocupada por las tropas alemanas en 1942 y recuperada por el Ejército Rojo en 1943.

Destaca National Geographic, en la serie Mujeres en Guerra, durante la Segunda Guerra Mundial, que Las Brujas de la Noche alcanzó 40 tripulaciones (cada una formada por dos aviadoras), que en conjunto realizaron más de 23.000 vuelos de combate y descargaron 3.000 toneladas de bombas.

Sin embargo, el arma más mortífera de estas militares fue el hostigamiento, a través de bombardeos nocturnos a los campamentos donde el ejército alemán se encontraba descansando, lo cual producía en los soldados el efecto psicológico de inseguridad.

Cuentan que los alemanes las llamaron brujas porque pensaban que tomaban alguna poción que les hacía tener una visión nocturna perfecta y porque comparaban el susurro del motor con el de un palo de escoba surcando el cielo.

Desde su creación, cada piloto voló más de 800 misiones hasta que terminó la guerra. Irína Fiódorovna Sebrova, comandante de vuelo (una bruja suprema), recibió en el 1945 el título de Héroe de la Unión Soviética por sus primeras 825 misiones de bombardeo, que al final de la guerra totalizó más de 1000 salidas. Otras 23 “brujas camaradas” también obtuvieron el título de Héroe de la Unión Soviética; 30 de sus miembros murieron durante el combate. Fue la unidad femenina más condecorada de las fuerzas del Ejército Rojo.

Aunque los nazis fueron quienes las bautizaron con el nombre de "Las Brujas de la Noche", registra la historia que los franceses las denominaron "Hechiceras de la Noche" y sus compatriotas, los soviéticos, las llamaron "hermanitas".

Mujeres sororas, solidarias, fuertes, valientes, empoderadas, hermanas… así me gustaría que recordaran -aunque sea en un día como hoy- a muchas de las llamadas brujas a lo largo de la historia de la humanidad.

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