Let’s go outside…

Natiuska Traña [email protected] | Miércoles 29 junio, 2022

En el 2012 hablé con mi abuelita de ochenta y tres años, sobre cómo había sido su vida y qué tanto se había dedicado al hedonismo. Digámosle así, porque no quiero entrar en detalles de la privacidad de mi abuelita, pero sí aclaro que la señora no se perdió de nada.

Si bien, vivió en una época en donde todo era prohibido, me supo comentar lo necesario para afirmar que había vivido la experiencia que es, un ser humano: intentar, equivocarse, reír, llorar y de vez en cuando “pelársela descomunalmente” y como dirían en España: “flipar de colores”.

¿Y a qué más debería aspirar una sociedad, que a sentirse libre de hacer lo que quiera y decidir, sin interferir con terceros?

Celebramos un PRIDE este mes, y estamos construyendo identidades autónomas, de géneros y sexualidades que disfrutan de cada minuto, pero no debemos limitarnos a ello, la libertad en todas sus expresiones es y debe ser la bandera que cualquier gobierno, y en cualquier contexto que permita.

Hemos aceptado la diversidad que se convierte en multiplicidad y equidad. Finalmente estamos respetando la infinita variedad de expresiones de la existencia.

Let’s go outside…

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