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COLUMNISTAS


Los problemas de la educación pública

Federico Malavassi | Miércoles 25 marzo, 2015


Es más facilón impulsar paquetes tributarios que contener el irracional gasto público


Los problemas de la educación pública

A pesar de tener un presupuesto como nunca, los problemas de la educación pública se han acentuado.
Considero impostergable iniciar procesos consistentes de descentralización y aprovechar el situado constitucional en favor de las municipalidades a fin de instrumentar una vía adecuada.
Sin embargo, los jerarcas correspondientes se entretienen en cuestiones más bien anecdóticas, que evidencian aquello de que es mejor inventar enemigos y batallas que ponerse a resolver los problemas de verdad.
Algunos lo llaman problemas del tercer tipo y explican que consiste en resolver un problema que no es el planteado.
Miles de millones de colones para infraestructura sin adecuada ejecución, infraestructura en mal estado, complicaciones para la ejecución de presupuestos, gastos inapropiados, problemas para el simple pago de sueldos, incumplimiento de las normas básicas (evaluación, 200 días efectivos y calidad de la enseñanza), mala evaluación en todos los sentidos y gremios empoderados en situaciones más bien ilegítimas son apenas algunos de los problemas básicos de la educación pública.
Todo ello a pesar de contar con los presupuestos más altos de toda la historia nacional (desde todo punto de vista).
Ahora resulta que la primera cuestión que se acomete por parte de la jerarquía correspondiente (incluyendo al consejo de gobierno) es una sobrerregulación de las universidades privadas. ¿Acaso radican en tal actividad los problemas de la educación pública? Es obvio que no, que lo que sucede es que es mejor ponerse a regular otra materia que acometer los verdaderos problemas.
Y el retrato queda listo. A las universidades públicas el presupuesto más grande de la historia (a pesar del grave déficit fiscal) y a las universidades privadas más regulación, menos libertad, menos oportunidad de ser academia y, por supuesto, obligatoriedad del Sinaes. ¿Hay que explicar más? ¿Será que quieren que también las universidades privadas se hagan “planificadores” como los de la FEUCR, con apología de la guerrilla y el asesinato?
Es indiscutible que se trata de una cortina de humo, de un intento de cohonestar a una administración que ha sido lenta, liberticida, inútil, discriminatoria y caprichosa. Sin embargo eso no es lo grave.
Lo serio del asunto es que se evade la obligación principal de las autoridades públicas, su responsabilidad con la gestión de la educación pública, su responsabilidad con el gasto público inmenso e improductivo en la actividad cuestionada, su ineficiencia crónica y su incapacidad de administrar un servicio público.
Pruebas robadas (evidente corrupción), metas fundamentales incumplidas, gastos irracionales, administración incoherente pero… resultaba más fácil ponerse a suprimir libertades en el ámbito privado. ¡Aviados estamos!
Es más comodón (Consejo de Gobierno incluido) apretar la casa ajena que ordenar la propia. Es más facilón impulsar paquetes tributarios que contener el irracional gasto público.


Federico Malavassi

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