Para tener sociedades más prósperas, sostenibles e igualitarias
Mayor inclusión de las mujeres en la economía es clave y el reto del nuevo gobierno
Reducir el desempleo, la brecha salarial y mejorar las redes de cuido son las principales peticiones
Tatiana Gutiérrez Wa-Chong [email protected] | Martes 08 marzo, 2022
La inclusión de las mujeres en la economía es clave ya que esto permite sociedades más prósperas, sostenibles e igualitarias.
Urge acabar con la brecha salarial y el alto desempleo que afecta a miles de mujeres y es la principal meta que deberá tener el nuevo gobierno en materia de género.
La evidencia muestra que las empresas con representación femenina en altas posiciones de liderazgo tienen un mejor desempeño financiero, con rendimientos de hasta 50% mayores.
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Por otra parte, la inclusión permite diseñar mejores productos y servicios que reflejen de mejor manera las necesidades de la población objetivo. Las mujeres son las principales tomadoras de decisión en las compras de los hogares y controlan más del 80% de los gastos, por lo que, aquellas empresas que logren diseñar productos que realmente nos atraigan, serán las que tengan un mejor desempeño.
La competencia por talento en el mundo es cada vez mayor y constituye el principal reto para muchas empresas. Para hacer frente a esta escasez de talento, las organizaciones están poniendo un énfasis especial en reclutar, seleccionar, desarrollar y retener el mejor talento disponible. Al representar cerca de la mitad de la población mundial, las mujeres son la principal fuente de talento subutilizada que las empresas pueden atraer.
La diversidad fomenta decisiones más innovadoras ya que tanto mujeres como hombres tienen perspectivas, habilidades y estilos de liderazgo diferentes que combinadas tienen un gran potencial para innovar. Por ello, las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo millones de dólares en temas de diversidad, especialmente en incentivar una mayor participación femenina en sus organizaciones y en la industria.
No obstante, las cifras de desempleo y participación de las mujeres son alarmantes.
La tasa de participación laboral de las mujeres - que mide cuántas en edad de trabajar están buscando empleo activamente - evidencia la brecha que existe, ya que llegó a enero del 2022 a 48%, frente a 71,4% de los hombres, según datos del INEC e incluso menor a la cifra que se alcanzó hace 10 años; mientras que el desempleo afecta al 17% de las mujeres, 6 puntos porcentuales mayor que los hombres.
Además, las mujeres ganan mucho menos que los hombres, con diferencias en algunos puestos de hasta 11%, según un estudio del Colegio de Ciencias Económicas.
“La desventaja salarial es histórica y a esto se suma, una doble jornada para las mujeres en labores de cuido. Por un lado, existe una brecha porque los altos puestos están ocupados en su mayoría por hombres y colocan mayores barreras a las mujeres para su ocupación”, aseguró Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores.
Para cerrar estas brechas de género es necesario transformar la Red de Cuido y con ello, darles la oportunidad a incontables mujeres para que puedan postularse a empleos de calidad y que sus hijos o adultos mayores queden bien cuidados y seguros. Ante esto, es necesario fortalecer el sistema de apoyo que propone que las familias tengan la alternativa de copago, de conformidad con los ingresos.
“En la práctica, los recursos son limitados y el presupuesto no alcanza para cubrir este rubro, sobre todos en los casos de pobreza y pobreza extrema.
Se debe reformar la legislación nacional, ya que el país tiene un bono de género que no alcanza y las cifras evidencian que de cada 100 mujeres en edad laboral, 48 están trabajando o buscando trabajo fuera del hogar, pero el 52% de las mujeres no lo hace, porque tienen a su cargo la corresponsabilidad social de los cuidados”, destacó Mayela Rojas, vicepresidenta de la Cámara de Comercio.
La situación empeoró con la pandemia ya que los niños pasaron a tener un sistema de educación dual, con clases presenciales y virtuales y eso, hizo que las féminas debieran dedicar más tiempo al cuido, así como a cubrir las necesidades de los adultos mayores que debieron permanecer más tiempo en casa para cumplir con las medidas sanitarias.
“El próximo gobierno debe crear e implementar programas permanentes de apoyo financiero dirigidos a mujeres para que logren una mayor autonomía e independencia económica”, aseguró Shirley Calvo, directora ejecutiva de la Cámara de Turismo.
Con rostro de mujer
Las cifras a enero del 2022 son preocupantes y contundentes en materia de desigualdad, incluso se evidencia que la tasa de participación laboral es la más baja de América Latina, lo que limita el crecimiento económico y el ingreso de las familias. Además, esta cifra disminuyó 3,5 puntos porcentuales en los últimos 6 años.
- Tasa de participación laboral
Mujeres 48%
Hombres 71,4% - Tasa de desempleo
Mujeres 16,8%
Hombres 10,6%
Datos del INEC
¡Basta ya!
Las principales preocupaciones de las líderes se plantearon al nuevo gobierno.
Epsy Campbell
Vicepresidenta
República
El nuevo gobierno debe velar por eliminar la desigualdad que existe, establecer un gobierno paritario (la mitad de los altos cargos políticos a las mujeres) y promover un órgano asesor en políticas a favor de este segmento de la población.
Ariana Tristán
Directora de Innovación e Internacionalización
Cámara de Industrias
Se deben implementar acciones claras que propicien y generen equidad laboral para las mujeres costarricenses, es especial tomando en cuenta que la tasa de ocupación femenina cerró en el 2021 en un 39% mientras que la ocupación masculina fue del 63% y además persisten brechas salariales entre hombres y mujeres.
Alexandra Kissling
Presidenta
Voces Vitales
El país enfrenta desafíos importantes en temas de género como los son: pobreza, desempleo, brechas salariales y dificultad de acceso a puestos de mando, así como dificultad para emprender nuevos negocios. El próximo gobierno debe poner al centro del avance de la agenda de género para mejorar las condiciones de cuido que estén alineadas con las necesidades de horarios y de flexibilidad que requieren las mujeres para trabajar o estudiar.