Parches
Marcello Pignataro [email protected] | Lunes 06 julio, 2009


Parches

Cuando ya nos aprestábamos a descongestionar la capital con el programa de interlíneas, aparece una empresa que se vio afectada por la adjudicación, apela y ya saben a dónde se fueron los pastores. Nuevamente el proveedor había cumplido con todo, hecho una inversión significativa, se habían arreglado las calles por parte del MOPT, se habían colocado las señales correspondientes (que, por cierto, ya habían sido víctimas del hurto y el vandalismo) y de nada sirvió. Han pasado los meses y no se encuentra solución al problema.
Cuando el presidente Arias había ya preparado su discurso y las tijeras para cortar la banda en la inauguración del servicio ferroviario de Heredia a San José y viceversa, aparece alguien que dice que el paso del tren puede afectar el desempeño de su empresa y exige la construcción de un muro de retención. Ya se contaba con todos los permisos, se habían hecho las pruebas e inversiones correspondientes y todo para atrás.
Luego de miles de protestas, mociones, correcciones y demás, se logra la aprobación de una Ley de Tránsito drástica y —quizás— excesivamente severa. A menos de tres meses para que entre en vigencia, los diputados ahora corren para corregir, adecuar y modificar la ley que ellos mismos ya corrigieron, adecuaron y modificaron.
Recientemente fue aprobada la Ley contra la Delincuencia Organizada, por la cual el fiscal Dall'Anesse venía casi suplicando desde hace mucho tiempo. Al momento de escribir esta columna todavía no había surgido ningún contratiempo en ese sentido —y honestamente espero que no ocurra—, pero cualquier cosa puede pasar.
En síntesis, y luego de tan solo cuatro ejemplos sencillos, vivimos en un país lleno de parches. Es tal el exceso de regulación, burocracia y ganas de quedar bien con todos que nos tropezamos con nuestros propios pies con una constancia digna de cualquier atleta de alto rendimiento.
No hemos sido capaces, en los últimos años, de ser preventivos, de ver más allá. Siempre estamos contra el tiempo, siempre estamos corriendo para tapar huecos en lugar de hacer nuevas vías; siempre corremos para apagar incendios y ojalá el hidrante nos quede a un kilómetro de distancia.
La solución a todos nuestros problemas pareciera ser entregar cuanta cosa podamos en concesión o, en su defecto, salir a mendigar (dinero, patrullas, casas…).
Ha quedado demostrado que el sistema actual no funciona, no agiliza. Quizás es hora de pensar en un verdadero cambio de timón y analizar otras opciones las cuales, por cuestión de espacio, no menciono en esta ocasión. Tal vez en otra… Es que hoy no tengo tiempo, mañana tal vez.
NOTAS ANTERIORES

Sobre el artículo 29
Miércoles 16 abril, 2025
Y este caso del presidente provoca otra pregunta que es sobre la acción política de trabajadores del gobierno. Una cosa es hacer proselitismo o de presionar a f

Los avances sociales y nuestra institucionalidad son parte de nuestra mayor riqueza. No los perdamos
Lunes 14 abril, 2025
Recientemente se publicó el Índice de Progreso Social, que nos debe hacer reflexionar sobre algunas de nuestras grandes ventajas que no debemos perder.

Diferentes en un mundo de iguales
Viernes 11 abril, 2025
Algunos se están callando y prefieren que no los noten. Tienen miedo o se cansaron de que los juzguen.

Riesgos de guerra entre Estados Unidos e Israel versus Irán
Jueves 10 abril, 2025
En medio de la guerra arancelaria que se vive a nivel planetario hay tambores de otra guerra más política que podría estallar durante las próximas semanas.