Paro doméstico

Marilyn Batista Márquez [email protected] | Martes 09 marzo, 2021

Serie La Rebelión de las Mujeres

Siguiendo las instrucciones de sus lideresas, e inspiradas en la lucha por un mundo con las mismas oportunidades y tratamiento para hombres y mujeres, y convencidas de que la igualdad de género es beneficioso para la economía y la sociedad en general, se convocó a un paro doméstico mundial.

El mismo consistiría en que las mujeres no cocinarán, lavarán ropa, plancharán, limpiarán el piso, baños, patio, cochera y platos; no alimentarán a las mascotas, ni irán a la pulpería o supermercado a comprar víveres y no votarán la basura, durante la semana del 8 al 14 de marzo. Eso sí, los menores de edad, enfermos, adultos mayores, perros, gatos y loras serían alimentados en forma “encubierta”, porque los corazones femeninos no soportarían el sufrimiento de inocentes.

El objetivo de la protesta, por un lado, es presionar a los gobiernos para que implementen acciones concretas a corto plazo, que permitan la igualdad y equidad de género en todas las naciones; de otra parte, obligar a los hombres a vivir la “experiencia” de asumir el trabajo doméstico y de cuido sin remuneración, para que entiendan y se comprometan a compartirlo de manera igualitaria, con sus compañeras.

Hubo fuerte discusión acerca de la frase emblemática que guiaría el paro, la cual debería tener una clara definición de lo que era la igualdad. La lideresa de Europa propuso utilizar la frase de Madona “Soy fuerte, soy ambiciosa y sé exactamente lo que quiero. Si eso me convierte en una “perra”, está bien”. Miles de mujeres apoyaron el enunciado irreverente, incluyendo Jaclyn Friedman que posteó, que debería complementarse con la frase “Una prostituta es alguien, generalmente una mujer, que se ha salido de las líneas marcadas por la sociedad”. Ambas locuciones causaron una gran disputa en las redes sociales al punto de que el propio Zuckerberg amenazó con cerrar las cuentas en Facebook de gran parte de las activistas.

Gloria Steinem se unió a la contienda ideológica semántica proponiendo que era necesario aclarar, a través de medios de comunicación, especialmente las cadenas más poderosas como BBC, CNN, CBS, qué es el feminismo, para frenar la descalificación de personas hacia el paro e incidir en que los hombres también lo apoyaran. Para ella “Feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y plena humanidad en mujeres y hombres”. Estelle Ramey le respondió públicamente que “La igualdad llegará cuando una mujer tonta pueda llegar tan lejos como hoy llega un hombre tonto”. La discusión concluyó cuando una gran mayoría apoyó la frase de Virginia Woolf “Feminismo es la noción radical de que las mujeres son personas”.

Inicia el paro el 8 de marzo. Se estimó que aproximadamente 1.520 millones de mujeres en el mundo no realizaron ninguna tarea doméstica. Miles de ellas salieron a las calles golpeando las cacerolas con cucharas, hasta llegar a los congresos, para exigir a los representantes políticos de todos los partidos la implementación de leyes que procuraran la igualdad de género e impusieran castigos más severos a los violadores de las mismas.

En paralelo, un grupo de mujeres expertas en Derechos Humanos, comenzaron a trabajar en la redacción de un documento, con acciones jurídicamente vinculantes, capaces de implementarse en un periodo no mayor a 9 años, y que tendría que ser firmado por al menos 175 países, como condición de detener el paro.

El documento incluiría acciones detalladas para eliminar todo tipo de discriminación de género, tomando como base las posiciones, medidas y los proyectos acordados en la Convención Sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, la Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer y la Declaración de Beijing.

En el día 2 del paro doméstico, la cantidad de mujeres que dejaron de cocinar, lavar ropa, limpiar pisos, etc., disminuyó a 1.375 millones, debido al aumento en la violencia hacia las activistas. Se reportaron aproximadamente 8 mil feminicidios y unas 175 mil denuncias de agresión a nivel mundial. Los refugios para mujeres agredidas colapsaron al punto de que muchas se ampararon en iglesias y centros deportivos que fungieron como campamentos.

El papa Francisco envió un comunicado en donde afirmó “…el genio femenino es necesario en todas las expresiones de la vida social; por ello, se ha de garantizar la presencia de las mujeres también en el ámbito laboral y en los diversos lugares donde se toman las decisiones importantes, tanto en la Iglesia como en las estructuras sociales“.

Ishmael Noko, Secretario General de la Federación Luterana Mundial, comunicó: El discurso religioso es una de las formas más poderosas y subrepticias por medio de las cuales los sistemas culturales alimentan y mantienen relaciones desiguales de género. En tales contextos, el uso del poder en las relaciones debe ser analizado y entendido como parte integral del sistema social. Sin embargo, las prácticas o instituciones religiosas también pueden desempeñar un papel destacado en el debate sobre la igualdad entre mujeres y hombres cooperando de manera positiva hacia la redefinición de roles y estructuras, y garantizando el principio de inclusión y la participación de las mujeres como sujetos de cambio”.

A pesar de la seria situación de violencia, el paro doméstico se mantuvo y llamó la atención de todos los líderes mundiales y grupos poderosos, entre ellos el G20, quienes convocaron a una reunión con carácter de urgencia para discutir y analizar los efectos y las posibles soluciones para detener, mediantes el diálogo y acciones pacíficas, lo que denominaron “La Rebelión de las Mujeres”.

*Relato ficticio basado en datos y citas reales.

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