PERRUNOS EN EL AMBITO LABORAL
Eric Briones Briones [email protected] | Lunes 05 septiembre, 2022
Eric Briones
Doctor
Derecho laboral
El acompañante por excelencia del ser humano, es el perro, e incluso, hoy muchas personas, tienen como familia únicamente al can, por su capacidad de apoyo emocional y de contención social. A nivel latinoamericano, México, Perú, Argentina y Costa Rica, el 21 de julio de cada año, lo celebran como día mundial, de este tipo de mascota, cuyo efeméride surgió desde el año 2004, al ser considerado el mejor “amigo del hombre”; el cual ha convivido, durante siglos con la humanidad, trayendo buenas experiencias en todos los ámbitos, en que se han relacionado, desde el social hasta el laboral, pues se han desempeñado, en labores de seguridad y asistencia, entre otras.
Veamos, en más de 40 años de tener experiencia laboral, tanto teórica como práctica, en ambos sectores, privado como público, se ha entendido, que si bien el salario es parte muy importante de las relaciones laborales, es precisamente eso, solo una parte; por cuanto, existen otros motivos o motivaciones, que en muchas ocasiones hacen la diferencia, para seguir o no dentro de una determinada relación laboral.
Es que hoy las generaciones de los millennials y centennials, como ascendencias predominantes en el mundo del trabajo, están levantando la mano y rompiendo los paradigmas tradicionales, que las generaciones Baby boomers y X, no habían podido, cambiar por años y que fueron legadas, nada más y nada menos del mundo moderno, en donde repuntó la revolución industrial, la revolución francesa y las dos guerras mundiales, que provocaron, tanto los derechos de la primera generación (civiles y políticos, en protección al individuo de los presuntos excesos del Estado), segunda (los sociales, producto de los movimientos mundiales de los obreros) y tercera (paz, medio ambiente, patrimonio común de la humanidad, asistencia humanitaria, etc.).
Ahora con la llamadas cuarta y quinta generaciones (nuevas tecnologías, espacio cibernético, etc.) los cambios, son veloces, se rompen las barreras del espacio y el tiempo, con una transformación del mundo laboral, provocada por la telemática, inteligencia artificial y la robótica, con la esperanza siempre de que el ser humano, trabaje menos y con mayor calidad de vida, en pro de su subsistencia digna.
Precisamente dentro, de esa armonía que debe existir entre los deberes y el descanso, está lo que se ha denominado salario emocional en el trabajo, lo que significa -como parte del derecho humano- no solo pensar en la paga monetaria, sino en el buen trato entre las partes; la protección a la salud, previniendo y evitando dentro del entorno, los riesgos, las enfermedades, accidentes laborales; ambientes libres de toxicidad, en el sentido más amplio de la palabra misma; trabajo decente, con las garantías legales, todo dentro del concepto de los principios de buena fe y lealtad, entre partes. Esto al fin y al cabo, tiene como fin generar armonía y equilibrio, entre la vida laboral y la vida social/ familiar, es decir, que la persona trabajadora, se sienta bien, en lo que se desempeña, sin que de al traste o sea óbice, en la relación con sus otros ámbitos y quehaceres, como ser humana y esto es lo que precisamente valoran estas nuevas generaciones de personas trabajadoras.
Hoy por hoy, precisamente, las generaciones pujantes, prefieren renunciar a un trabajo, en donde no se les permita, la modalidad presencial y virtual/sincrónica/teletrabajable, ya que consideran que el trabajo remoto/de ubicación flexible y las experiencias vividas por muchos ha sido óptima, y han demostrado que pueden ser productivos en casa, por lo que las razones de las empresas para regresar al trabajo solo presencial no son lo suficientemente válidas (https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-57476762); es decir, se cuestionan muchas veces los absurdos practicados durante años por las generaciones pasadas, pretendiendo un cambio radical, basado y merced al desarrollo tecnológico, lo cual para ellos, es lo valido, el resto de parte de un pasado, que ya pasó; esta dinámica se puede vivir, en todos los quehaceres, tanto sociales, políticos, económicos y culturales.
Y van más allá, pues dentro de esa estimulación que buscan de la organización laboral, aparte del sustento económico, está el de sentirse bien, por lo que hasta han optado por llevar su perro al trabajo (pensemos en mascotas domesticadas, en un futuro no muy lejano), lo cual aducen, les ayuda a tener mejor rendimiento laboral, por cuanto el vínculo afectivo que existe, los provee de felicidad inmediata, lo que permite a nivel de la persona trabajadora, menos estrés y tranquilidad, generando aumento en el rendimiento laboral; lo cual -si bien- es prematuro de determinar, lo cierto es que es la “nueva ola”, dentro del concepto emocional laboral (https://amprensa.com/2022/07/llevar-su-perro-al-trabajo-le-ayudaria-a-tener-un-mejor-rendimiento-laboral/?amp=1) que dicho sea de paso -antes de este experimento, realizado por la compañía Nestlé- es una constante que muchos colaboradores, tanto del sector privado, como público, vienen planteando y pujando, por normativa que les permita, dicho beneficio emocional, dentro del quehacer laboral.
Definitivamente dentro del principio laboral de primacía de la realidad, es decir, en donde prima lo que en la práctica ocurre y no lo que dicte la teoría o forma que se haya pactado o pensado, es importante como empresariado, tomar en cuenta lo aquí indicado, en pro de la readaptación a estas nuevas estructuras que van dictando las presentes y futuras generaciones, con el fin de sostenerse en el mercado mundial. Entendiendo, que esta es una nueva realidad y que lo más importante, es contribuir -dentro del sano equilibrio- a su desarrollo, pues, caso contrario, la dinámica misma, puede excluir, a quien cree que hoy está posicionado, como se han visto en miles de ejemplos mundiales, donde marcas internacionales, a falta de aggiornarmiento y resiliencia, se han extinguido del mapa comercial y por ende laboral