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Pobreciticos Los Ticos

Humberto Pacheco [email protected] | Martes 03 junio, 2008


TROTANDO MUNDOS
Pobreciticos Los Ticos

Humberto Pacheco A.

El vino de España ha alcanzado en la última década niveles de calidad que lo sitúan entre los mejores del mundo. Sí excluimos algunos “Gran Cru Classè” de Francia y lo más rancio de Italia, el promedio de los vinos de España podría decirse que es el mejor del mundo. Su fuerte han sido los tintos pero en los últimos tiempos sus blancos también se han destacado. Entre éstos, el Martín Codax de Rias Baixas fue laureado por su 2005 y el 2006 está igual de bueno.
Por eso nos hizo gracia, mientras esperábamos vuelo en Panamá que, visitando la estantería de vinos de la Tienda Libre, cuando preguntamos por el precio de ese exquisito albariño, el empleado nos dijera que un “experto” le había dicho que no era un vino sino un aperitivo. Especulando, concluimos que el docto calificador es un snob que no sabe nada, un purista del vino francés ó un distribuidor de la competencia. Vaya Ud. a saberlo.
A propósito de Panamá, donde viajamos una vez al año, quedamos perplejos ante la explosión constructiva durante este último. La cantidad de edificios en construcción da sustento a los números exagerados que le citan al visitante que pregunta. Mientras tanto, un boulevard diseñado para aliviar el tráfico del centro comienza a forjarse sobre el mar propiamente, en forma de círculo envolvente ó vía de circunvalación, la cual sin duda será construida en concreto, como todas las autopistas panameñas, porque los panameños no son ticos y por lo tanto no están restringidos por la lástima, la pequeñez y la insuficiencia mental. Ellos saben que pagar un poquito más- y cuidado sí ya ni eso con las alzas del asfalto- por algo que va a durar 25 años en vez de dos veranos, tiene pies y sobretodo CABEZA.
El señor Presidente anunció en su primer administración que así se construirían las carreteras de Costa Rica en lo sucesivo, considerando sobretodo que el concreto es materia prima costarricense mientras que el petróleo hay que importarlo, pero no sabemos que freno imponderable de nuestra idiosincrasia dio al traste con tan buena e inteligente iniciativa.
Lo curioso es que sí volvemos los ojos hacia el norte, hasta Nicaragua- a pesar de los sandinistas a quienes Holanda hubo de frenar la fiesta de su ayuda y asumió directamente las construcciones para las que ayudó- tiene mucho mejores carreteras que este sufrido país. No hemos encontrado un estudio sociológico que nos explique el raro fenómeno de que en este país no puedan pensar nada en grande y lo que logra sacar un poquito la cabeza, asusta a los que disponen.
Como pueden ver, a este columnista le arde a profundidad que el país siga sumido en el subdesarrollo en vez de ocupar el sitio que con tanta naturalidad le corresponde. Le arde que llevemos 30 años construyendo una carreterita al Pacífico que apenas se empieza a dibujar en el terreno; otra llamada Costanera que, pese a no involucrar mayor movimiento de tierras, sigue inconclusa; y una tercera, al rico cantón de San Carlos- prometida campaña tras campaña- que sigue trabada por las expropiaciones. Y que no hayamos podido arreglar el entorno de un tunelito a la costa atlántica que continuamente bloquea el tráfico y causa accidentes mortales. La lista sigue.
Leyendo los periódicos diariamente se siente ese pequeñismo. Como ejemplo la reunión de Embajadores, cuyo costo para un país que se precia de serio parece excesivo al reportero, quien no da la importancia debida al beneficio que traerá el intercambio entre funcionarios diplomáticos y el instruirlos en cómo mejor promovernos, en vez de mantenerlos navegando por el asiento del pantalón, la ocurrencia y la improvisación.

Pobreciticos los ticos. Odioso apodo!
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