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Propuestas en educación

Arturo Jofré [email protected] | Viernes 08 julio, 2011



Propuestas en educación

El factor más influyente en el proceso educativo es el profesor, toda reforma debería partir de ahí. A nivel internacional se están realizando muchos esfuerzos exitosos partiendo de esta premisa.
La formación de profesores es una de las grandes goteras que tiene el sistema. Si se logra que a partir de 2014 el 8% del PIB se dedique a la educación, Costa Rica será el país con mayor inversión en educación en América Latina… pero esto por sí mismo no nos asegura resultados.
Una de las áreas más sensitivas es la educación media. El remedio más eficaz sería que el empleador principal, el MEP, incluya pruebas rigurosas de selección, como las que se han aplicado a posteriori a profesores de matemáticas e inglés. Esto implicaría que las escuelas de educación de las universidades se alinearan a las nuevas exigencias o dejaran de ser atractivas.
¿Qué hacer con los profesores que están en servicio? El ministro Garnier ha estado ejecutando cursos de capacitación a docentes en un esfuerzo plausible.
Hay otra vertiente que puede cambiar radicalmente el nivel de formación de los profesores en servicio. El 56% de los profesores de secundaria es interino, esto que se observa como un mal mayor, más bien puede ser la antesala a una solución.
Uno de los requisitos para obtener la propiedad debería ser aprobar las pruebas que exija el MEP a cualquier nuevo entrante. El MEP desarrollaría un plan intensivo de capacitación que permita a los mejores interinos lograr su propiedad. Más de la mitad del sistema de enseñanza media recibiría el impacto.
Otro factor clave es el programa Avancemos, orientado a retener en el colegio a estudiantes con dificultades económicas. Este mecanismo se ha implementado en varios países y sigue siendo una buena opción remedial. El problema es que en Costa Rica no se le da el adecuado seguimiento. No debería entregarse el dinero a quienes no asisten a lecciones o no hacen un esfuerzo académico mínimo.
Por otra parte, hay una lista de colegios que muestran resultados muy preocupantes. Si alguna vez se decidió tomar a los mejores estudiantes del país para integrarlos en lo que se denominó Colegios Científicos, se podría gestar un proyecto nacional integral que rescate a los colegios colapsados.
Este tipo de colegios debería contar con directores de buen nivel ejecutivo y profesores bien seleccionados, a quienes se les disminuya la enorme cantidad de horas de lecciones y el exceso de estudiantes por grupo. Estos colegios deben tener buena infraestructura y tecnología de punta, así como centros deportivos. El estudiante, apoyado económicamente, debe tener una mayor permanencia en aula, asesoría académica y psicopedagógica. Los exámenes trimestrales deberían ser estandarizados para todos los colegios, a fin de medir bien los resultados.
Rescatar a nuestros jóvenes, que son amenazados a temprana edad por la droga, el delito o simplemente la desesperanza, es una tarea de alta prioridad. La escuela y el colegio deben ser un oasis de esperanza.

Arturo Jofré
[email protected]






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