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Violencia doméstica en proporciones pandémicas

Marilyn Batista Márquez [email protected] | Viernes 25 noviembre, 2022

Comienzo esta disertación aceptando que existen hombres agredidos por mujeres. Como he afirmado en varias ocasiones, la violencia no tiene género, pero es mayoritariamente propiciada y ejercida por los hombres, maridos o parejas íntimas, exmaridos y exparejas de mujeres.

Y esta violencia del hombre hacia la mujer, hasta el momento no se ha demostrado que es defecto monogenético que afectan solo al gen de los machos, ni un trastorno cromosómico con predominio en el sexo masculino, sino patrones de conductas aprendidas y replicadas a lo largo de miles de años en todas las sociedades del planeta tierra.

Leyes contra la violencia doméstica que pretenden proteger a las víctimas de agresión en las relaciones de pareja o de abuso sexual intrafamiliar, pululan en la gran mayoría de los países del mundo, pero avanzamos a paso lento en el respeto e integridad hacia las mujeres para poder garantizarles la vida y la dignidad que merecen.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, a nivel global, se estima que 736 millones de mujeres (una de cada tres mujeres) ha experimentado alguna vez en su vida violencia física o sexual por parte de una pareja íntima.

En un estudio que realizó esta organización en el 2018, estimó que una de cada siete mujeres ha experimentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja o marido en los últimos 12 meses. Estos datos no incluyen el acoso sexual.

En Costa Rica, de acuerdo al Observatorio violencia de género, entre enero de 2017 al 31 de diciembre de 2021, fueron solicitadas un total de 247,470 medidas de protección, para un promedio de 136 medidas de protección por día. Cita el Observatorio que, en la mayoría de los casos, son mujeres las que solicitan la protección en contra de hombres, lo cual lo confirman los datos de presuntos agresores que son 79% hombres (21% mujeres) y las presuntas víctimas, 80% mujeres (20% hombres).

La segunda causa de detenciones (sólo superada por el decomiso de drogas) de parte de la Fuerza Pública es violencia doméstica, según datos recientes de las Unidades Regulares del Ministerio de Seguridad Pública.

Estas cifras podrían multiplicarse exponencialmente si tomamos en consideración el informe Tendencias y estadísticas de mujeres en el mundo 2015, del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, que afirma que menos del 10 por ciento de las mujeres que buscan ayuda por violencia doméstica acuden a la policía.

La violencia doméstica, definida como cualquier maltrato físico, psicológico, violencia sexual y patrimonial, en el que la persona que realiza el acto violento tiene una relación de consanguinidad, afinidad o adopción con la persona agredida, pareciera no retroceder, por el contrario, es de proporciones pandémicas. Lo anterior lo sostiene Naciones Unidas, ONU, que afirma que desde que comenzó la pandemia del Covid, 7 de cada 10 mujeres creen que el abuso verbal o físico por parte de la pareja se ha vuelto más común, 6 de cada 10 personas consideran que el acoso sexual en los espacios públicos ha empeorado y 45% de las mujeres declaró que ellas o una mujer que conocían había sufrido alguna forma de violencia de género.

Es contradictorio que el ser humano, con su inteligencia y espíritu de sobrevivencia, continue desarrollándose y avanzando en diferentes áreas, con impactantes descubrimientos y aplicación de nuevas tecnologías en el 2021 para erradicar la polio en África, consumir carne creada en laboratorio (tipo Nuggets) que ya está a la venta en Singapur, crear el GPT3, la inteligencia artificial que habla, escribe noticias y programa, encontrar el ADN no fosilizado de un dinosaurio, pero hemos sido incapaces de erradicar las conductas violentas de los hombres hacia las mujeres, un gran obstáculo para alcanzar desarrollo y paz.

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